En la vorágine de su gira internacional de promoción de “Agua para elefantes”, Robert Pattinson, el tan admirado y deseado Edward Cullen de “La saga Crepúsculo”, recaló en Barcelona, donde -entre otros compromisos- mantuvo un encuentro digital con sus fans a través de la web del diario El Mundo. En él, el astro británico se lamenta no tener vacaciones ni la libertad del anonimato, pero no reniega del vampírico personaje que la ha hecho mundialmente famoso.
Como “tímido, muy tímido”, lo describe el redactor del diario que cubrió el evento, y así resume su actitud en la “rueda de prensa virtual” con sus admiradoras españolas: “Al preguntarle, Robert Pattinson mira a los ojos. Sin pestañear. Al responder, pierde la mirada en un punto. Se concentra en lo que quiere transmitir. Y lo dice, rapidito. Sin perderse en la respuesta”.
Aunque matiza que ha perdido completamente la libertad que da no ser conocido (“Me encantaría poder vivir en el centro de una ciudad e ir por la calle sin que me reconociesen, disfrutar del anonimato que ya no tengo. Eso es un lujo”), Pattinson sostiene que volvería sin pensarlo a asumir el papel de Ed Cullen en la larga saga basada en los libros de Stephenie Meyer: “Ha sido una experiencia fantástica. He experimentado cosas increíbles y las sigo experimentando gracias a la saga”.Otra consecuencia de la fama es convertirse en objetivo de la llamada “prensa rosa” o de los blogs que especulan sobre su vida personal sin el más mínimo criterio de profesionalidad periodística, y Pattinson asegura que los cuentos chinos sobre él ya le hacen mella: “Te afecta al principio porque también afecta a tu gente. Pero ahora me da igual”.
Una de sus interlocutoras le pregunta sobre si se considera una persona enigmática. “Solía pensar que lo era. Cuanto más sabe la gente de ti, menos enigmático eres”, responde.
Para Rob, no existe un modelo único de “fan” que se repita en los diversos países que asiduamente visita: “Ciertamente hay muchas diferencias. Hablando de las fans de España se emocionan mucho y transmiten mucha energía”.
Preguntado sobre su posibilidad de “desconectar” y tomarse unas vacaciones, afirma espera poder hacerlo algún día, “pero no en los próximos meses”. E incluso añade en otro momento que ni siquiera dispone apenas de tiempo libre, “pero cuando lo tengo me gusta no hacer nada. Nada especial”.
Sobre el futuro y como será su vida en una década, Rob sugiere que podría producir o incluso dirigir películas: “Me veo trabajando en otros ámbitos de la profesión, desarrollando proyectos. Me gustaría también trabajar en mi música. Y ser feliz, claro…”.
De lo que sí no se habló (o no se pudo preguntar…) es sobre su relación con Kristen Stewart, cuyo nombre ni siquiera apareció en la charla…
Fuente: noticine
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